Aquella mano fría y pesada era la mano de su padre, Willy. Los abuelos de Marie habían desaparecido como la niebla en la noche, como si de gas se trataran. Tom tenía que admitir que estaba completamente lleno de miedo, el pánico se estaba poseyendo de su ser.
-¿Qué haces aquí Tom?- le dijo su padre.
-Pues...estaba buscando a Marie y sus abuelos...
Tom cayó al suelo como una pluma, muy rápido. Esa noche se despertó en su cuarto y seguía pensando en todo lo que ocurría... Donde estaba Marie, qué/como/son los abuelos de Marie, porque sus padres había desaparecido y sobre todo aquel pozo seco. El pozo seco era como el alma del pueblo, como la madre que siempre sigue a su hijo. En sus sueños le hablaba, en una lengua que Tom nunca entendía hasta que esa noche... Tom oyó la puerta de su casa.
-¿Quién es?-Dijo Tom lleno de miedo.
De pronto una sombra veloz pasó por la ventana de su cuarto, Tom se giró y cojió la linterna que tenía en su mesilla de noche. Salió a la calle y allí estaba el pozo seco, esperándolo.
Se acercó más y más... alumbró con su linterna... Marie lo llamó desde el portal de su casa.
-¡Tom!, ven- Dijo su amiga.
Tom veía en ella algo distinto, raro. Se acercó a su amiga como si de un fantasma se tratase.
-¿Donde estabas?-Dijo Tom
-Fuí a casa de mis padres unos meses-le respondió su amiga.
Había pasado 4 meses desde que Marie se "había ido" para Tom solo habían pasado como dos días...se dió la vuelta y el pozo había desaparecido, su amiga Marie no dejaba de mirarlo con la mirada perdida y penetrante, Tom se fijo, en su casa no había alguien sino algo y sea lo que sea estaba detrás de todo esto y de aquel maldito pozo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario